La sensibilidad dental afecta a un 20%-35% de la población y puede ocasionar serias consecuencias en las personas que la padecen.
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QUÉ ES LA SENSIBILIDAD DENTAL
La sensibilidad dental se define como el dolor dental ocasionado por la exposición de la dentina (la parte interna del diente), al medio oral. El dolor aparece tras el contacto con un estímulo externo como alimentos o bebidas frías, calientes, ácidas, dulces …
Estamos ante la causa de dolor dental más frecuente, afectando en torno al 20-35% de la población, lo que se traduce en aproximadamente una de cada siete personas adultas.
Normalmente aparece entre los 18 y 40 años, aunque se está viendo un incremento en personas jóvenes por el abuso de consumo de bebidas ácidas y el uso indiscriminado de productos de blanqueamiento dental sin supervisión.
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SÍNTOMAS DE LA SENSIBILIDAD DENTAL
Con la sensibilidad dental, el dolor es intenso pero de muy breve duración, actuando solo cuando está en contacto con alguno de los siguientes estímulos:
– Estímulos térmicos: cuando tomamos alimentos fríos o calientes.
– Estímulos osmóticos o químicos: cuando consumimos alimentos azucarados o ácidos.
– Estímulos táctiles o mecánicos: al cepillarnos los dientes o utilizar la seda dental o con el contacto de algún otro objeto sobre el diente.
La sensibilidad dental es una dolencia sencilla de diagnosticar, que a veces confundimos con otras patologías similares. Si el dolor que sentimos, no es detectado a raíz del contacto con un estímulo externo, o es difícil de localizar, entonces el diagnóstico no es de sensibilidad dental.
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CONSEJOS PARA EVITAR LA SENSIBILIDAD DENTAL
Cuando una persona padece este problema oral, es necesario tomar medidas para evitarlo, ya que suele afectar a su calidad de vida.
A veces, sin ser conscientes de ello, es el propio paciente quien daña sus dientes con diversas acciones y agudiza este tipo de patologías. Esto ocurre, por ejemplo, al cepillarse los dientes de una manera inadecuada.
A continuación te proponemos una serie de consejos de cómo debe realizarse el cepillado dental:
– Regularidad: es necesario cepillarse los dientes después de cada comida. El cepillado ha de ser sueva, pero suficiente para que los dientes queden limpios. Si ejerces excesiva presión sobre las piezas dentales, puedes provocar la retracción de tus encías, produciendo así la sensibilidad dental que tratamos de evitar.
– Tiempo adecuado: se recomienda que el cepillado tenga una duración de 2-3 minutos, para poder eliminar la placa bacteriana. Este es el tiempo estimado para poder limpiar correctamente todas las caras de los dientes. Si has consumido productos ácidos se recomienda esperar al menos 10 minutos antes del cepillado, para dejar que la saliva equilibre el Ph, evitando así una mayor erosión del esmalte.
– Productos adecuados: es fundamental que cepilles tus dientes con un dentífrico apropiado para tu dentición. Existen en el mercado numerosos tipos de pasta dental: para dientes sensibles, blanqueantes, fluoradas… ¡elige aquella que mejor se adapte a tus piezas dentales!
– De igual modo, además de un correcto cepillado dental, es fundamental que vigiles si rechinas los dientes durante el día o al dormir, es decir, si padeces bruxismo. Esta patología oral desgasta el esmalte dental enormemente, afectando, de este modo, a tu sensibilidad.
– Por último, hay ciertos alimentos que favorecen la aparición de este problema o que incluso, si ya lo padecemos, empeora sus síntomas. Es el caso de los alimentos ricos en azúcares y ácido.
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TRATAMIENTO DE LA SENSIBILIDAD DENTAL
Para tratar la sensibilidad dental es importante establecer unas medidas preventivas, alguna de ellas ya la hemos comentado en el apartado anterior.
– Realizar una correcta higiene oral, con una técnica de cepillado adecuada y usar una pasta de dientes poco abrasiva.
– Evitar el consumo de bebidas y alimentos ácidos
– Corregir los malos hábitos como evitar el uso de palillos de madera
El dentista puede aplicar agentes desensibilizantes. Estos productos incluyen agentes que penetran hasta la pulpa por los túbulos dentinarios abiertos y actúan inhibiendo la transmisión nerviosa que produce el dolor.
En los casos de retracción de encías, se realiza un injerto de tejido conectivo para mejorar la situación y evitar la exposición dentinaria.
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Si en tu día a día sufres de esta u otra dolencia no dudes en ponerte en manos de los mejores profesionales. En Clínica Llorente Dental haremos un estudio de tu salud buco dental para ofrecerte las mejores soluciones.
